“Estaba en el paro y decidí montar mi propio negocio: una pequeña tienda de antiguedades.
Contacté con Tomás y me ofreció una reforma basándose en el aspecto
de los objetos que iba a vender. No solo hicieron un trabajo estupendo,
sino que lo hicieron con muchísimo gusto.”
Antonio Domínguez Caamaño